POR
Traducción por Florencio S. de Yarza
La Nación
Buenos Aires
1911
Existe en Francia una cosa tan peculiar, tan genuina del carácternacional, que con dificultad se encuentra en otro país cualquiera: laconversación, en cuya especialidad no hay nadie que pueda competir conlos franceses.
En el resto del globo se discute, se argumenta, se perora; sólo enFrancia se conversa por costumbre.
No pocas veces, estando yo en Italia, en Alemania o en Inglaterra, me haocurrido anunciar de pronto que al día siguiente me volvía a París. Sialguno, admirado de tan súbita resolución, me preguntaba:
—¿A qué vas a París?
Yo le respondía sencillamente:
—A conversar.
Y no era flojo su asombro al saber que yo, ahito de conve